Este miércoles 9 se emitió el último capítulo de Món Llull: la serie de ficción que desde hace diez meses llevamos creando para [M] Televisió de Mallorca.
El formato de Món Llull no es unívoco y fusiona documental con ficción. En la serie han convivido personajes inventados con otros totalmente reales. La mezcla es extraña, el guión nunca está cerrado del todo y el surrealismo impregna buena parte de las tramas y las conversaciones.
Han sido trece capítulos escritos desde el entusiasmo y la cómoda libertad que nos brindó [M]. Una confianza total en un proyecto arriesgado, de formato trasgresor y que supone la primera incursión de la cadena en la ficción.
El equipo humano fue reducido pero compacto, una selección de lo mejor del panorama balear, con una implicación difícil de mantener durante los casi cinco meses de preproducción y rodaje, en más de cuarenta localizaciones naturales, con secuencias variopintas: desde el drama a la comedia, y con estilos de realización fusionados, difíciles de comunicar y compartir.
En definitiva, una experiencia grata, que por su naturaleza multiforme, nos ha aportado una experiencia única y excepcional. Os recomendamos el post de Carlos Garrido a raíz de su cameo en la serie