Sinopsis
Cosas extrañas están ocurriendo en Magaluf: olor a meados y a sangre, coches de policía y ambulancias atraviesan las calles sin que nadie les dé importancia, gritos en mitad de la noche… Magaluf solo es una pequeña y tranquila localidad de la isla de Mallorca que muchos se han aventurado a llamar la Twin Peaks balear. Sus ciudadanos se debaten entre el malditismo cotidiano y el genuino placer vacacional, un lugar que se ha transformado en el paradigma europeo del turismo low cost basado en el entretenimiento nocturno desenfrenado. Un millón de turistas invaden las calles de Magaluf durante el verano, como si fueran espectros que transforman el espacio público en un parque temático donde casi todo está permitido.
Mientras tanto, los habitantes de Magaluf tratan de convivir con las contradicciones de ese modelo turístico que se siente como una invasión pero que también genera millones de euros en el sector de la restauración, puestos de trabajo y oportunidades para muchas personas que no podrían sobrevivir en ningún otro lugar sin las características de Magaluf.
Magaluf Ghost Town es un retrato coral de una comunidad durante el fuera de temporada y la temporada alta, desde un tono de misterio, cercano al thriller pero sin perder de vista la comedia costumbrista, mezclando documental y ficción. Se trata de una historia de alcance internacional sobre los sueños de una localidad que solo intenta sobrevivir en un contexto turistificado, y también una reflexión sobre lo que significa ser turista en Europa.
Nota del director
La verdad es que ya no recuerdo si Magaluf es el sitio más maravilloso del mundo o una auténtica pesadilla.
Llevamos muchos años con el mito de Magaluf. Yo también llegué allí por primera vez en busca de esa leyenda, saber si todo aquello era verdad. Los medios de comunicación han creado un relato muy estigmatizado sobre lo que es esa pequeña localidad de Mallorca: turistas ingleses, alcohol, peleas, sexo, sol y playa. Las noticias sensacionalistas sobre Magaluf tienen su espacio anual en los telediarios para seguir alimentando el monstruo, incluso inventando nuevos conceptos para hacer crecer la ficción: mamading, balconing, Shagaluf (que viene a signicar algo así como follaluf)… Magaluf es una fiesta loca sin límites, una imagen que funciona como reclamo para el ocio pero que los ciudadanos de la localidad viven como una maldición.
¿Pero qué es Magaluf exactamente? O mejor dicho… ¿Qué puede llegar a ser Magaluf?
Magaluf es un plató con luces de neón ideal donde poder construir leyendas, contar mentiras y reflexionar sobre las formas de representación de los espacios turísticos en decadencia en el imaginario colectivo. La posibilidad constante de que algo malo ocurra. Algo extraño. Esto es una película de fabulaciones y de desapariciones. Tramas cotidianas que conviven con situaciones fantasmagóricas: un estado de ánimo de extrañeza y de tensión. En mitad de la normalidad aparente, la relación con los turistas se plantea como la llegada de un visitante misterioso, de un vampiro, de un muerto viviente…
Magaluf Ghost Town es el relato coral de una localidad donde asistiremos a la convivencia de unos personajes con su entorno, el retrato de un pueblo que no es dueño de su propio destino, con un tono que bascula entre la comedia costumbrista, el drama y la atmósfera de cinta de terror.
Título: Magaluf Ghost Town
Título internacional:Magaluf Ghost Town
Género: Documental
Duración: 90 minutos
Aspect Ratio: 1.78:1
Idioma original: Castellano e inglés
Localizaciones: Magaluf
Año de producción: 2021
Productora: Boogaloo Films, Little Big Story y Mosaic
Coproducido por: Movistar+, France Télévisions, RTS e IB3
Con el apoyo de: Institut Català d’Empreses Culturals, CNC, PROCIREP – Societé des producteurs et de l’ANGOA
Dirección y guión: Miguel Ángel Blanca
Producción: Bernat Manzano, Miguel Ángel Blanca, Valérie Montmartin, Miguel EEk
Editor: Javier Gil Alonso, Miguel Angel Blanca, Ariadna Ribas
Director de fotografía: Raúl Cuevas
Sonido directo: Cosmic d’Allessandro
Diseño de sonido: Iban R. Gabarró
Música: Sara Fontán, Edu Pou